
En las redes, amigos y allegados se expresaron.
Dos agentes policiales testificaron que el acusado, Ricardo Rodríguez, les pidió falsear la escena del crimen y simular la presencia de droga y un arma en el vehículo de la víctima.
El juicio contra Ricardo Rodríguez, el efectivo de la Policía de San Juan acusado de asesinar a balazos al camionero riojano Federico Orihuela, avanza con testimonios que agravan su situación. En la última jornada del proceso oral, dos policías que trabajaban con él declararon que el acusado intentó manipular la escena del hecho y los instó a mentir sobre lo ocurrido.
La agente Gisela Aciar fue una de las testigos más contundentes. Según relató ante el tribunal, tras el episodio en el que resultó muerto el camionero, Rodríguez los reunió a ella y al cabo Andrés Elizondo y les ordenó inventar una versión falsa: “Nos dijo que teníamos que decir que el camionero llevaba un arma de fuego y que el camión tenía droga”. Aciar también recordó otra frase que habría pronunciado el acusado apenas después de disparar: “Me la mandé, creo que se murió”.
Ambas declaraciones coinciden con la prestada por Elizondo, quien también aseguró que Rodríguez intentó construir un relato que justificara su accionar violento. Estas versiones respaldan la línea acusatoria del Ministerio Público Fiscal, que sostiene que no existió amenaza alguna por parte de la víctima, y que el disparo fue intencional e injustificado.
Desde el inicio del proceso, la defensa del acusado insinuó que el operativo policial se habría desarrollado en un contexto de peligro, vinculando a la víctima con el traslado de estupefacientes. Sin embargo, los peritajes desmintieron esa hipótesis: no se hallaron rastros de pólvora en las manos del camionero ni presencia de sustancias ilegales en el vehículo.
La causa está en manos de los fiscales Iván Grassi, Francisco Pizarro y Maximiliano Gerarduzzi, de la UFI de Delitos Especiales, quienes sostienen la acusación por homicidio agravado. A medida que avanzan los testimonios, se consolida la teoría de que Rodríguez disparó sin una amenaza real y que luego intentó alterar la escena para justificar el ataque.
En las redes, amigos y allegados se expresaron.
El premio corresponde a una de las cinco recompensas entregadas por número de cartón. El sorteo se realizó el domingo 11 de mayo y el pozo mayor quedó vacante.
La pareja y familiares de la joven, afirman que no recibió la atención médica adecuada y denuncian mala praxis.
Se trata de Cinthia Alejandra Miranda, quien tenía un pedido de captura activo por causas vinculadas a amenazas agravadas y lesiones.
La autopsia confirmó que Lucas Guerra, de 40 años, falleció por causas naturales. La Justicia descartó la existencia de lesiones o signos de violencia en el domicilio.