Una militar quedó grave tras un entrenamiento y hay detenidos

Una joven militar sufrió una grave lesión en la cabeza durante una práctica antidisturbios en el Polo Educativo de la Armada, en Vicente López, y el caso desató un verdadero escándalo puertas adentro: ocho superiores fueron detenidos y separados de sus cargos.

La víctima, identificada como Brisa Páez, se encontraba realizando ejercicios de preparación para intervenir en situaciones de protestas o disturbios. En medio de la actividad, uno de los instructores golpeó el escudo que llevaba, lo que provocó que cayera de espaldas y se golpeara la cabeza, a pesar de tener colocado el casco reglamentario.

Lo que agrava el hecho es que Páez manifestó dolor, pero no fue atendida de inmediato. Según testigos, continuó con el entrenamiento sin recibir la contención médica correspondiente. Recién más tarde fue derivada a la enfermería, donde le colocaron un cuello ortopédico tras administrarle un calmante.

Poco después, la joven comenzó a convulsionar. Fue entonces cuando le realizaron estudios en la cabeza y se dispuso su traslado urgente al Hospital Central Militar, donde ingresó en estado crítico y fue inducida a un coma farmacológico. Actualmente, permanece estable y en evolución favorable.

La Justicia tomó cartas en el asunto. La jueza Sandra Arroyo Salgado encabeza la investigación y ordenó la detención de ocho militares, incluidos el instructor que habría provocado la caída y el oficial responsable del entrenamiento. Se los acusa de negligencia por la falta de asistencia inmediata y ya comenzaron a recibir declaraciones de testigos.

Además del proceso judicial, la Armada abrió una investigación interna para esclarecer lo ocurrido. El caso expone con crudeza las fallas en los protocolos de seguridad y atención médica durante prácticas de alto riesgo en las fuerzas armadas.