“Lo mío es irreparable”: el dramático testimonio del chofer sanjuanino que perdió un ojo

Hugo Gallardo fue agredido por un pasajero durante un viaje nocturno. El ataque ocurrió en una zona sin iluminación y le causó la pérdida total del ojo derecho.

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Hugo Gallardo jamás imaginó que una noche de trabajo terminaría en una agresión brutal que lo dejaría marcado para siempre. Todo comenzó alrededor de las tres de la madrugada del miércoles, cuando recibió un pedido a través de la aplicación de una empresa de remises. Pasó a buscar a una pareja y, tras un recorrido por distintas calles de Marquesado, el viaje tomó un rumbo inesperado.

Según contó el propio Gallardo en declaraciones radiales, al llegar a una zona oscura en La Bebida, el hombre que viajaba en el asiento trasero lo atacó sorpresivamente. “Me tomó por detrás y empezó a pegarme con la culata de un revólver. Me pedía el celular y la plata. En ese momento sólo intentaba defenderme, pero los golpes fueron tantos que me reventó el ojo”, relató con evidente angustia.

Durante el asalto, la mujer que acompañaba al agresor no hizo nada: permaneció fuera del vehículo mientras ocurría el ataque. El remisero señaló que el pasajero incluso había mencionado que lo alertara cuando el costo del viaje llegara a los cinco mil pesos, dando a entender que no disponía de más efectivo. Sin embargo, poco después le pidió que continuara. Fue entonces cuando le indicó un atajo por un descampado, pero Gallardo se negó.

El hecho ocurrió en una zona sin iluminación, lo que favoreció al atacante. El remisero explicó que intentó resistir como pudo: “Él dejó la puerta trasera abierta. Yo con una mano intentaba frenarlo y con la otra me cubría. En un momento se cayó, me apuntó desde afuera por la ventana, y yo aceleré para tratar de escaparme”.

Gallardo logró huir hasta el hospital Marcial Quiroga, donde recibió los primeros auxilios. Luego fue derivado al Hospital Rawson, donde confirmaron que el ojo no podía ser salvado y tuvieron que extraérselo. Hoy, mientras la policía investiga el caso, él intenta asumir lo ocurrido. “No hay forma de reparar esto. Más allá de lo que le pase al agresor, mi vida cambió por completo. Nunca había vivido algo así”, expresó.

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