El amor sin fronteras: una argentina se enamoró de un nigeriano 18 años y quiere traerlo al país

Después de 26 años de estar felizmente casada, Susana, una docente jubilada y martillera, se encontró nuevamente en soledad. Su marido perdió la vida a causa de una cruel enfermedad

Diario MóvilDiario Móvil
image (30)

A sus 59 años, Susana K. habla con entusiasmo juvenil. La razón de su alegría es que ha vuelto a enamorarse y planea casarse por tercera vez. Su historia es atípica y conmovedora: su futuro esposo es un hombre 18 años menor, originario de Nigeria, a quien conoció a través de las redes sociales en medio de su proceso de duelo.

La vida amorosa de Susana estuvo marcada por dos matrimonios. El primero, a los 22 años, con un hombre que pronto demostró no ser el compañero que ella esperaba. A los 24 conoció a Horacio, el amor de su vida, con quien compartió 26 años y tuvo a su hijo, Ramiro. Sin embargo, la enfermedad golpeó su hogar. Horacio padecía una diabetes severa, que inicialmente ocultó a Susana, hasta que la situación se agravó. “Me enteré cuando ya era tarde, cuando su salud estaba deteriorada. Fue demoledor”, recuerda. Horacio falleció en agosto de 2023, dejándola sumida en la tristeza y en la búsqueda de consuelo.

Un mensaje que lo cambió todo

En medio de su duelo, un desconocido le envió un mensaje por Facebook. Era Ememma G., un hombre nigeriano de 39 años. Primero fueron simples charlas de compañerismo, pero pronto se convirtieron en conversaciones diarias. “Me escuchaba, me contenía en mi tristeza”, dice. Tras semanas de diálogo, Susana exigió verlo por videollamada. Cuando finalmente lo hizo, descubrió un hombre con una sonrisa cálida y un trato amable que la conquistó.

Decidieron verse en persona. Susana viajó a Ghana, donde se encontraron por primera vez. La química fue inmediata. "Nos abrazamos y sentí algo que nunca había sentido antes", confiesa. Durante 12 días disfrutaron juntos, compartieron paseos y conversaciones profundas. Volvió a Argentina con la certeza de que su historia no había terminado. Cuatro meses después, en septiembre de 2024, se reencontraron en Ghana. A pesar de los obstáculos, su relación se fortaleció.

Desafíos y sueños compartidos

Susana inició los trámites para que Ememma viajara a Argentina, pero las dificultades burocráticas impidieron que obtuviera la visa. Ahora, contemplan la posibilidad de casarse en Nigeria para facilitar su llegada al país. “Estamos absolutamente enamorados”, asegura ella. La familia de Ememma la ha aceptado con los brazos abiertos, mientras que su propio entorno ha tenido reacciones diversas. “Mi padre, de 83 años, se resiste a aceptarlo, pero mis hermanas y mi hijo han terminado por entenderlo”, relata.

Ememma sueña con mudarse a Argentina. "Imagino que se adaptará bien. Vivirá conmigo y mi casa tiene espacio de sobra", dice Susana. Incluso ha pensado en adaptar una habitación para Clarina, la hija de seis años de su prometido.

A pesar de los desafíos, Susana mantiene la esperanza. "El tiempo vuela y yo quiero empezar mi vida de nuevo", afirma. "Desde que estoy con él, mis amigas dicen que rejuvenecí diez años". Con la posibilidad de una boda en África y el sueño de un futuro juntos, esta historia de amor trasciende fronteras y desafía los prejuicios.

Al final, lo que queda es una pregunta: ¿Qué es el amor si no la búsqueda de compañía y felicidad, sin importar el lugar o las circunstancias? Para Susana, la respuesta parece clara.

Lo más visto