Caso Peláez: la mujer que denunció al cirujano está en condiciones de declarar

La mujer que se arrojó desde un primer piso en Palermo y denunció que su novio, el cirujano plástico sanjuanino Fabián Peláez, la drogaba y obligaba a prostituirse, fue evaluada por un equipo de psicólogas del Ministerio de Justicia. Las especialistas determinaron que está en condiciones de declarar en la causa, la cual está a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti.

El testimonio de la mujer será clave para definir la situación del médico, quien permanece detenido en una celda de la Policía de la Ciudad. Actualmente, la denunciante se encuentra internada en el Hospital Fernández, donde fue trasladada tras fracturarse ambos tobillos al caer desde la altura. Se encontraba bajo los efectos de diversas sustancias, entre ellas cocaína, tussi y marihuana. Fue intervenida quirúrgicamente y continúa en recuperación.

Hasta el momento, las pruebas recolectadas favorecen a Peláez, quien es investigado por suministro de drogas y privación ilegítima de la libertad. No obstante, la magistrada esperará a escuchar a la presunta víctima antes de tomar una determinación. Aunque el caso se tramita bajo el protocolo de trata de personas, esta hipótesis ha sido descartada, y la mujer declarará en Cámara Gesell como testigo de identidad reservada.

Entre las medidas ordenadas por Capuchetti se incluyen pericias a teléfonos celulares, el análisis de cámaras de seguridad y los testimonios de expertos en toxicología y salud mental. El psicólogo de la mujer indicó que ella asiste a terapia de manera irregular desde hace dos años, debido a dificultades emocionales. Explicó que el motivo de las consultas estaba relacionado con problemas en la convivencia de la familia ensamblada que formaba con Peláez. Según el profesional, la pareja dejó de convivir hace seis meses tras un episodio violento que derivó en una restricción perimetral contra uno de los hijos del cirujano.

El psicólogo también afirmó que, según lo expresado por la paciente en sesiones, las prácticas sexuales que mantenía con Peláez (incluyendo tríos) eran consensuadas. Sin embargo, señaló que la mujer experimentaba conflictos emocionales debido a los celos en esas situaciones. Además, indicó que el consumo de drogas, particularmente cocaína y éxtasis durante los fines de semana, tenía un fuerte impacto en su estabilidad emocional. Negó que Peláez la forzara a consumir, asegurando que la mujer lo hacía voluntariamente antes de asistir a fiestas.

Por su parte, la psiquiatra que atiende a la denunciante desde octubre de 2024 señaló que la paciente presentaba ansiedad e irritabilidad. En base a su evaluación preliminar, sospechó que podría padecer un trastorno del ánimo, por lo que le prescribió litio, quetiapina y paroxetina, además del clonazepam que ya tomaba.

Ambos profesionales coincidieron en que la mujer nunca mencionó en consulta haber sido obligada a consumir drogas por su pareja.