Austria levantará un muro con Eslovenia para frenar el ingreso de refugiados

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Otro país europeo quiere dividir fronteras y detener la migración. "Se trata de asegurarnos de que haya una entrada ordenada y controlada en nuestro país y no de cerrar nuestra frontera" aseguró una funcionaria del Gobierno austríaco.




 

Austria y Eslovenia construirán vallas por la crisis de refugiados.

Austria construirá un muro a lo largo de su frontera con Eslovenia, que también forma parte de la Unión Europea, para controlar el flujo de inmigrantes, anunció hoy la ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner.

"Se trata de asegurarnos de que haya una entrada ordenada y controlada en nuestro país y no de cerrar nuestra frontera", explicó la ministra en la cadena de televisión Oe1. "En las últimas semanas, varios grupos de inmigrantes se han mostrado impacientes, agresivos y emocionales", por lo que "hay que tomar precauciones", añadió.

Mikl-Leitner, del partido conservador OVP, que forma la coalición de gobierno junto a los socialdemócratas (SPO), dijo que es necesario tomar "medidas importantes y duraderas" frente al riesgo de estampidas entre los migrantes y refugiados, que cada día esperan horas en el frío para cruzar la frontera entre ambos países. La ministra no dio, sin embargo, detalles sobre cómo será la valla, que según los medios se extenderá varios kilómetros.

La ministra del Interior fue muy criticada cuando habló de crear una "fortaleza europea", pero el partido socialdemócrata, del canciller Werner Faymann, parece aprobar la propuesta de valla "para controlar la llegada de migrantes de manera organizada", en palabras del ministro de Defensa, el socialdemócrata Gerald Klug.

A mediados de octubre, Hungría cerró su frontera con Croacia y construyó una valla con alambres de espino que llevó a miles de migrantes que entran a través Grecia a dirigirse hacia Eslovenia, con el objetivo final de llegar a los países del norte de Europa. Desde el 17 de octubre, cerca de 90.000 migrantes han pasado por Eslovenia.

La situación también es tensa entre Austria y Alemania. El ministro-presidente (jefe de gobierno) de Baviera, Horst Seehofer, acusó a las autoridades austriacas de enviar a miles de refugiados a Alemania sin avisar a su región. La policía austriaca rechazó, por su parte, esas acusaciones y dijo que Baviera filtra demasiado las entradas de migrantes.

Autobuses y trenes circulan día y noche a través de los Balcanes con miles de migrantes a bordo, que pasan largas horas e incluso días en las fronteras, a la espera de que se les registre y puedan continuar su viaje.

Eslovenia ha recibido a más de 86.000 migrantes desde que Hungría cerró su frontera con Croacia, hace 10 días. El gobierno esloveno, que dijo verse superado por esa afluencia, espera que el plan de emergencia adoptado durante la minicumbre europea del domingo permita afrontar mejor la situación. El plan prevé crear 100.000 plazas de alojamiento en Grecia y en los Balcanes, así como una mejor coordinación entre los países balcánicos.

El ministro esloveno de Relaciones Exteriores, Karl Erjavec, citado por la agencia de prensa local STA, avisó de que su país tiene varios proyectos, entre ellos la construcción de una valla, "si la situación empeora y el plan de acción de Bruselas no se aplica".

Eslovenia y la vecina Croacia parecen comunicarse un poco más que en los últimos días e intentan establecer una conexión de su frontera por tren, para reducir la presión sobre el pueblo esloveno de Brezice (150 habitantes), por donde pasan miles de personas cada día.

Mientras, en Suecia, uno de los países más atractivos para los refugiados, varios migrantes se niegan desde hace dos días a bajar de un autobús de la agencia de migraciones, alegando que la localidad que les acoge está demasiado aislada y que hace demasiado frío. Algunos exigen incluso regresar a Alemania.

Más de 700.000 migrantes y refugiados han llegado a Europa a través del Mediterráneo desde enero, una crisis migratoria que aún podría empeorar, advirtió el martes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un debate en el Parlamento de Estrasburgo.

Tusk habló de "la nueva ola de refugiados procedentes de Alepo y de las regiones de los bombardeos rusos", que han provocado "más de 100.000" desplazados en Siria.

En total, 705.200 migrantes y refugiados han cruzado este año el Mediterráneo rumbo a Europa, según los últimos datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Entre ellos, 562.355 personas han llegado a Grecia y 140.000 a Italia.

"El número de llegadas sigue siendo alto" en Grecia, "a pesar del deterioro de las condiciones meteorológicas este fin de semana", informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Desde el comienzo de octubre, más de 160.000 personas han desembarcado en las islas griegas, según la OIM. Y 7.230 han llegado a Italia durante el mismo periodo, frente a los 15.000 migrantes que lo hicieron en octubre de 2014. La OIM atribuye este descenso al hecho de que los sirios ya no pasan por Italia para entrar a Europa, sino por Turquía y Grecia. Esas personas -hombres, mujeres y niños- siguen luego su periplo hacia el norte de la Unión Europea (UE) por el oeste de los Balcanes, donde Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria tienen dificultades para organizar el tránsito en buenas condiciones.

Fuente: El Intransigente
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