El Día de la Lealtad reúne menos peronistas cada año
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Con pocos actos oficiales se recuerda hoy la movilización popular que dio nacimiento al peronismo. Hoy recordamos los 70 años de una fecha incómoda para el Gobierno.
Foto: Archivo La Nación.-
En los últimos años, el Gobierno mostró una fuerte vocación por las efemérides. Sin embargo, la fecha del 17 de octubre, que hace hoy 70 años marcó el nacimiento del peronismo, no parece estar marcada a fuego en el calendario kirchnerista.
Cuando falta una semana para las elecciones presidenciales, el acto central para recordar el Día de la Lealtad, que movilizó a miles de personas en la Plaza de Mayo para reclamar la liberación del entonces coronel Perón, reunirá a un puñado de dirigentes políticos y sindicales. Será, a las 18, en un local bajo techo: el Instituto Nacional Juan Domingo Perón (Austria 2593), en el predio que durante el gobierno del líder justicialista albergó la residencia presidencial.
Observó que "hasta los críticos del justicialismo tienen hoy presente la fecha -así lo refleja el monumento a Perón que inauguró Mauricio Macri-, para mostrar hasta qué punto el peronismo es hoy una versión degradada de lo que fue en ese tiempo histórico".
El escritor y editor Alejandro Horowicz, autor de Los cuatro peronismos, tiene una visión opuesta. Coincide en que el 17 de octubre "forma parte de un pasado irrepetible, que hoy aparece distante y alejado de la sociedad". Pero lo atribuye a la sangrienta bisagra del golpe de 1976, que provocó una "ruptura del diálogo intergeneracional, que bloqueó toda referencia a la memoria colectiva". Explicó que "se interrumpió la transmisión de padres a hijos y de abuelos a nietos y eso ya no tiene retorno".
La historia recuerda que el 9 de octubre de 1945, durante la presidencia de facto de Edelmiro Farrell, un sector de las Fuerzas Armadas le quitó el respaldo a Perón, que debió renunciar a sus tres cargos: vicepresidente, secretario de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Detenido en la isla Martín García, fue trasladado días después al Hospital Militar. Mientras en el gobierno se debatía la entrega del poder a la Corte Suprema y la CGT convocaba, en una votación dividida, a un paro, una multitud se congregó en la Plaza de Mayo para exigir la liberación de su líder.
La crónica que inmortalizó la "movilización espontánea" es puesta en duda por la periodista Silvia Mercado, que hace unos meses publicó el libro El relato peronista.
Para Mercado, la movilización no fue espontánea. "Fue organizada por Perón, con talento y audacia y el respaldo del Estado. Manejaba casi todo el Ejército -sólo una minoría lo quería sacar- y la Policía Federal". Basa su visión en testimonios y en lo que publicaron los diarios extranjeros de la época, como los uruguayos.
Mercado también ve un mito en el renunciamiento de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia. "No renunció a nada, porque Perón no le iba a dar nada. Él siempre la manipuló y, al igual que Cristina Kirchner, imponía una visión histriónica y melodramática del poder". En ese sentido, apuntó que "los liderazgos no histriónicos, como podrían ser los de Antonio Cafiero, Fernando de la Rúa y Hermes Binner, tienen más dificultades para sostenerse".
En ámbitos políticos, a partir de los gestos y silencios del Gobierno en los últimos años, hay una percepción de que el 17 de octubre no es una fecha simpática para el oficialismo. A esa visión adscribe el historiador Novaro. "El kirchnerismo ha tratado de reemplazar el 17 de octubre por el 25 de Mayo, con el acento puesto en 1973 y en 2003", dijo. Interpretó que Kirchner quiso corregir la historia del peronismo e imponer la idea de que "Perón traicionó el mandato popular cuando cedió, sobre el final".
Mercado completó: "Cristina Kirchner no lo quiere a Perón. Se dice heredera de la JP de los 70, que fue expulsada por el viejo líder de la plaza. Está convencida de que Néstor Kirchner y ella son más importante que Perón y Eva y que el kirchnerismo es una etapa superior al peronismo".
Más allá de que el 17 de octubre fue reivindicado en los últimos años por el sindicalismo más que por el Gobierno, Horowicz restó trascendencia hoy al significado histórico de la fecha y dijo que "ni siquiera el PJ es una referencia central". Ubicó a Néstor Kirchner como el referente político más importante del peronismo en los últimos 35 años y lo fundamentó en que "no contienen a los trabajadores como ciudadanos obreros, sino como votantes".
Fuente: La Nación.-
Foto: Archivo La Nación.-
En los últimos años, el Gobierno mostró una fuerte vocación por las efemérides. Sin embargo, la fecha del 17 de octubre, que hace hoy 70 años marcó el nacimiento del peronismo, no parece estar marcada a fuego en el calendario kirchnerista.
Cuando falta una semana para las elecciones presidenciales, el acto central para recordar el Día de la Lealtad, que movilizó a miles de personas en la Plaza de Mayo para reclamar la liberación del entonces coronel Perón, reunirá a un puñado de dirigentes políticos y sindicales. Será, a las 18, en un local bajo techo: el Instituto Nacional Juan Domingo Perón (Austria 2593), en el predio que durante el gobierno del líder justicialista albergó la residencia presidencial.
"El significado del 17 de octubre siempre varió, en relación con el peronismo del momento", reflexionó el historiador y sociólogo Marcos Novaro.
Observó que "hasta los críticos del justicialismo tienen hoy presente la fecha -así lo refleja el monumento a Perón que inauguró Mauricio Macri-, para mostrar hasta qué punto el peronismo es hoy una versión degradada de lo que fue en ese tiempo histórico".
El escritor y editor Alejandro Horowicz, autor de Los cuatro peronismos, tiene una visión opuesta. Coincide en que el 17 de octubre "forma parte de un pasado irrepetible, que hoy aparece distante y alejado de la sociedad". Pero lo atribuye a la sangrienta bisagra del golpe de 1976, que provocó una "ruptura del diálogo intergeneracional, que bloqueó toda referencia a la memoria colectiva". Explicó que "se interrumpió la transmisión de padres a hijos y de abuelos a nietos y eso ya no tiene retorno".
La historia recuerda que el 9 de octubre de 1945, durante la presidencia de facto de Edelmiro Farrell, un sector de las Fuerzas Armadas le quitó el respaldo a Perón, que debió renunciar a sus tres cargos: vicepresidente, secretario de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Detenido en la isla Martín García, fue trasladado días después al Hospital Militar. Mientras en el gobierno se debatía la entrega del poder a la Corte Suprema y la CGT convocaba, en una votación dividida, a un paro, una multitud se congregó en la Plaza de Mayo para exigir la liberación de su líder.
La crónica que inmortalizó la "movilización espontánea" es puesta en duda por la periodista Silvia Mercado, que hace unos meses publicó el libro El relato peronista.
"Hay un mito de origen, equivalente al de Adán y Eva del cristianismo. Yo prefiero sacarlo del lugar sagrado y ponerlo en la búsqueda de la verdad histórica. Se sigue creyendo que esa fecha fue casi el origen de la patria y quien no lo cree así es «gorila» y «cipayo»", advirtió la autora.
Para Mercado, la movilización no fue espontánea. "Fue organizada por Perón, con talento y audacia y el respaldo del Estado. Manejaba casi todo el Ejército -sólo una minoría lo quería sacar- y la Policía Federal". Basa su visión en testimonios y en lo que publicaron los diarios extranjeros de la época, como los uruguayos.
Mercado también ve un mito en el renunciamiento de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia. "No renunció a nada, porque Perón no le iba a dar nada. Él siempre la manipuló y, al igual que Cristina Kirchner, imponía una visión histriónica y melodramática del poder". En ese sentido, apuntó que "los liderazgos no histriónicos, como podrían ser los de Antonio Cafiero, Fernando de la Rúa y Hermes Binner, tienen más dificultades para sostenerse".
En ámbitos políticos, a partir de los gestos y silencios del Gobierno en los últimos años, hay una percepción de que el 17 de octubre no es una fecha simpática para el oficialismo. A esa visión adscribe el historiador Novaro. "El kirchnerismo ha tratado de reemplazar el 17 de octubre por el 25 de Mayo, con el acento puesto en 1973 y en 2003", dijo. Interpretó que Kirchner quiso corregir la historia del peronismo e imponer la idea de que "Perón traicionó el mandato popular cuando cedió, sobre el final".
Mercado completó: "Cristina Kirchner no lo quiere a Perón. Se dice heredera de la JP de los 70, que fue expulsada por el viejo líder de la plaza. Está convencida de que Néstor Kirchner y ella son más importante que Perón y Eva y que el kirchnerismo es una etapa superior al peronismo".
Más allá de que el 17 de octubre fue reivindicado en los últimos años por el sindicalismo más que por el Gobierno, Horowicz restó trascendencia hoy al significado histórico de la fecha y dijo que "ni siquiera el PJ es una referencia central". Ubicó a Néstor Kirchner como el referente político más importante del peronismo en los últimos 35 años y lo fundamentó en que "no contienen a los trabajadores como ciudadanos obreros, sino como votantes".
Fuente: La Nación.-
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