Mueren al menos 30 manifestantes por la paz en Turquía

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En Ankara, cerca de la estación de tren de la ciudad, donde se llevaba a cabo una manifestación con la presencia de sindicatos y dirigentes kurdos, enfrentados con el gobierno de Erdogan, explotaron dos bombas.






Una marcha por la paz en Ankara terminó hoy de la peor manera: con un atentado dirigido aparentemente contra opositores que dejó por lo menos 30 muertos y 126 heridos, a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas en Turquía, confirmó el gobierno.

El atentado constó de dos explosiones, que se produjeron con unos minutos de diferencia, cerca de la estación de tren de Ankara antes de la marcha, que reunía a delegaciones de sindicatos y partidos políticos de izquierda, entre ellos la principal formación prokurda del país, Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco), que afluyeron de toda Turquía para participar en la manifestación.

La protesta pretendía pedir el fin de la renovada violencia entre rebeldes kurdos y fuerzas de seguridad turcas.

"Escuchamos una explosión fuerte y otra pequeña. Hubo un gran movimiento de pánico, y luego vimos cadáveres en la explanada de la estación", dijo Ahmet Onen, un jubilado de 52 años.

"Una manifestación que debía ser por la paz se ha convertido en una masacre. No entiendo lo que pasa", añadió con los ojos llenos de lágrimas.

Según un balance provisional del ministerio del Interior, al menos 30 personas murieron y 126 resultaron heridas.

"Maldecimos y condenamos este ataque atroz contra nuestra democracia y la paz de nuestro país", dijo el ministerio.

Por su parte, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado como un "abominable ataque contra la unidad y convivencia", pero agregó que "no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados", en referencia a los ataques de la guerrilla kurda.

Según una fuente gubernamental turca que pidió el anonimato, lo sucedido sería un ataque "terrorista". "Sospechamos que hay un vínculo terrorista", declaró este responsable sin más precisiones. Ningún grupo o persona reivindicó el atentado hasta el momento.

Según la agencia de prensa progubernamental Anatolia, las autoridades sospechan que la explosión fue obra de un suicida.

Dos horas después de las explosiones, los agentes dispararon al aire para dispersar a los manifestantes encolerizados por la muerte de sus compañeros en las explosiones, y que gritaban "policías asesinos", comprobó la agencia AFP.

Alto el fuego

Después del atentado, los rebeldes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que desde hace tres meses multiplicaron sus ataques contra las fuerzas de seguridad turcas, anunciaron la suspensión de sus actividades al menos hasta las elecciones legislativas.

"Teniendo en cuenta los llamados venidos de Turquía y del extranjero, nuestro movimiento decretó un periodo de inactividad de nuestras fuerzas de guerrilla, salvo si nuestros militantes y combatientes son atacados", anunció en un comunicado la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), que agrupa a todos los movimientos rebeldes.

El antecedente de Suruç

"Estamos ante una masacre terrible. Se ha cometido un ataque bárbaro", dijo el copresidente del HDP Selahattin Demirtas.

La cadena de información NTV difundió imágenes de video de un testigo donde se ve a manifestantes cantando y bailando agarrados de la mano, y que de pronto caen al suelo por la potencia de la explosión.

"Vi a un hombre con la pierna arrancada, tumbado en el suelo. También vi una mano seccionada sobre el asfalto", dijo otro testigo, Sahin Bulut, miembro de la Asociación de Ingenieros de Estambul. "Es como en Suruç", añadió.

El pasado 20 de julio, un atentado suicida atribuido al grupo Estado Islámico (EI) mató a 32 militantes de la causa kurda en la ciudad turca de Suruç, muy cerca de la frontera con Siria.

Tras el atentado de Suruç arreciaron los enfrentamientos entre el ejército turco y los rebeldes del PKK, que hicieron saltar por los aires un frágil alto el fuego vigente desde marzo de 2013.

Más de 150 policías o soldados han muerto desde entonces en atentados atribuidos al PKK. Las autoridades turcas afirman por su lado que han "eliminado" a más de 2000 miembros del grupo rebelde en sus operaciones de represalia.

Clima preelectoral caldeado

El ataque tiene lugar a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas, previstas para el 1° de noviembre. El clima político está caldeado por los enfrentamientos diarios y sangrientos entre las fuerzas turcas y los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de mayoría kurda.

En las legislativas del 7 de junio pasado, el partido del presidente islamista conservador Recep Tayyip Erdogan perdió la mayoría absoluta que tenía en el Parlamento desde hace 13 años, en parte gracias al buen resultado del HDP.

Tras fracasar las negociaciones para formar un gobierno de coalición, Erdogan convocó unas elecciones anticipadas para el 1 de noviembre en las que espera recuperar la iniciativa política.

Fuente: La Nación
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