Hoy se cumple un año del fallecimiento de Lucía Rubiño: todo sobre el caso que conmocionó a San Juan

Este 15 de octubre de 2024 se cumple un año desde que Lucía Rubiño, una adolescente de 16 años, perdiera la vida en un fatal accidente en el Barrio Profesionales de Rivadavia, en San Juan. El auto que la atropelló aquella noche, un Renault Sandero, era conducido por un menor de edad, hecho que desató una compleja trama judicial y una ola de manifestaciones públicas pidiendo justicia. Aunque ha pasado un año, el dolor sigue presente, y la lucha de su familia por lograr una condena ejemplar aún no ha terminado.

Lucía fue atropellada en la madrugada del 15 de octubre de 2023. Según testigos y material de cámaras de seguridad, el vehículo iba a alta velocidad, una característica que inmediatamente levantó sospechas de una posible carrera clandestina. Los primeros reportes oficiales no ofrecieron claridad sobre las circunstancias exactas del siniestro, y esto generó un malestar creciente entre familiares y vecinos, quienes empezaron a organizarse para visibilizar el caso.

En las horas iniciales tras el hecho, circulaban rumores que involucraban a otros jóvenes en el accidente y que incluso insinuaban que la tragedia había ocurrido en el marco de una reunión en la casa de un juez. La falta de respuestas oficiales alimentó estas versiones, especialmente cuando se supo que el conductor era hijo de un juez federal y que otro joven, también de una familia influyente, estaba presente en la escena. Estas especulaciones impulsaron a los familiares de Lucía, quienes, desde el primer momento, reclamaron una investigación transparente.

El 17 de octubre de 2023, la jueza de Menores, María Julia Camus, finalmente rompió el silencio oficial e informó que el conductor del Renault Sandero había sido imputado por homicidio simple. Al mismo tiempo, las cámaras de seguridad revelaron la participación de otro vehículo, lo que sugería que el incidente no había sido aislado, sino parte de una situación más compleja que involucraba a varios jóvenes.

Días después del accidente, la madre de Lucía, María Belén Montilla, organizó una marcha en San Juan para exigir justicia. La convocatoria tuvo lugar el 20 de octubre de 2023 y reunió a cientos de personas vestidas de blanco, un símbolo de paz y justicia para honrar la memoria de la adolescente. La marcha, que recorrió el centro de la ciudad, fue el punto de partida de una serie de manifestaciones que se repitieron a lo largo de los meses, mientras la investigación avanzaba lentamente.

En el transcurso de las semanas, el caso adquirió una relevancia aún mayor. La familia Rubiño se mostró firme en su convicción de que el fallecimiento de Lucía no fue un simple accidente, sino el resultado de una conducción temeraria, agravada por la participación de otros jóvenes. Aunque el test de alcoholemia del conductor dio negativo, la investigación reveló que circulaba a una velocidad excesiva, lo que reforzó la teoría de que podría haber estado participando en una picada.

Para noviembre de 2023, Juan Pablo Echegaray, otro joven presente en el lugar, hijo de un juez federal, fue imputado por dos delitos vinculados al accidente. Aunque fue liberado condicionalmente mientras continuaba la investigación, su implicación desató una ola de indignación social, con muchos sanjuaninos convencidos de que las conexiones familiares estaban jugando un rol en el retraso de la justicia. En diciembre, la situación escaló cuando se permitió que el menor imputado continuara en libertad, lo que generó una nueva manifestación masiva en San Juan.

En febrero de 2024, la justicia procesó al menor por homicidio con dolo eventual, un giro crucial en la causa que implicaba una posible pena de entre 5 y 12 años de prisión. Sin embargo, las decisiones judiciales siguieron siendo motivo de controversia, especialmente cuando Echegaray recibió permisos para mudarse a Mendoza y continuar sus estudios mientras avanzaba el proceso judicial.

A lo largo del último año, la lucha por justicia para Lucía no ha cesado. Cada avance en la investigación ha sido seguido de nuevas manifestaciones, y el dolor de su familia, especialmente de su hermano Simón Rubiño, ha sido un motor constante en esta batalla. En más de una ocasión, Simón ha declarado su frustración con el sistema judicial argentino, sosteniendo que las leyes del país permiten que los responsables de tragedias como la de su hermana eviten el castigo que merecen.

Ahora, al cumplirse un año de su muerte, la familia Rubiño prepara una nueva marcha en el centro de San Juan. Será un homenaje a Lucía, pero también un renovado grito de justicia que busca mantener viva la memoria de una joven cuya vida fue arrebatada de manera trágica y prematura.