No irá al penal el dueño de la calera donde falleció un trabajador calcinado

En la jornada del viernes, Carlos Romero, propietario del horno calero donde el pasado miércoles perdió la vida el trabajador Marcelo Oro, de 34 años, compareció ante el juez de Garantías, Javier Figuerola. Durante la audiencia de formalización, el magistrado determinó que Romero cumplirá 30 días de prisión domiciliaria, mientras se encuentra bajo sospecha de homicidio culposo.

El fiscal Nicolás Schiattino representó a la acusación y solicitó inicialmente tres meses de prisión domiciliaria, así como seis meses de Inhibición de propiedad y prohibición de salida del país, argumentando que Romero podría obstaculizar el avance de la investigación. En contraposición, la defensa de Romero, dirigida por Ricardo Lorenzo Mira, se opuso a las solicitudes del fiscal. El abogado argumentó que la actividad calera constituye la única fuente de ingresos de su cliente, indicando que la prisión domiciliaria significaría privarlo de su sustento. Además, enfatizó que Romero no tuvo una participación directa en el trágico fallecimiento de Oro.

Un aspecto revelador de la audiencia fue el hecho de que el horno calero había sido clausurado por la Policía Minera hace seis años debido a diversas irregularidades, pero continuaba operando de manera clandestina. Esta información sumó un nuevo elemento a la situación que enfrenta Romero.

Finalmente, el juez Figuerola resolvió dictar prisión domiciliaria por 30 días para Carlos Romero, acompañada de una medida de seis meses de Inhibición de propiedad. Las decisiones judiciales son parte de un proceso que busca esclarecer las circunstancias del accidente y la responsabilidad del dueño del horno calero en el trágico suceso.