Mañana se define la situación del argentino condenado a muerte en EE.UU.

Internacionales
La Comisión Internacional de Derechos Humanos analizará la situación de Víctor Saldaño, quien recibiría la inyección letal por el crimen que cometió hace 20 años.





Victor Saldaño

Mañana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington, realizará una audiencia para analizar la situación de Víctor Saldaño, el argentino condenado a muerte por la Justicia de los Estados Unidos por el crimen de un comerciante en Dallas, en 1995.

Juan Carlos Vega, abogado de Saldaño, y la Cancillería argentina, asistirán a la audiencia, que tendrá lugar dos semanas después del pedido del Papa Francisco en el Capitolio de impulsar "la abolición mundial de la pena de muerte".

El letrado explicó que se realizará "audiencia especial que concedió la Comisión ante un pedido en conjunto que hemos hecho las víctimas -porque yo represento a Víctor y a Lidia Guerrero, su mamá-, y la Cancillería argentina".
Además, Vega recordó que el proceso planteado ante la CIDH fue iniciado en 1999, y que se trata de 'un caso', y no de una 'denuncia'.

La defensa de Saldaño planteará que es víctima de discriminación racial de parte del sistema judicial norteamericano: "en el caso de Saldaño está probado judicialmente. Hay una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos que nos da la razón. Esto es otra particularidad del caso Saldaño. No es un discurso, no es un relato político de un argentino que vive en la periferia del mundo. Está probado por una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de EEUU que significa hablar de la mayor Corte del planeta", remarcó el abogado.

Vega precisó que Saldaño "tiene la particularidad de que nosotros nunca hemos defendido su inocencia ni tampoco hemos atacado jurídicamente la pena de muerte, como defensores de derechos humanos que somos y frente al horror moral que nos genera. Hemos dicho: 'Estados Unidos tiene la pena de muerte y es su legalidad. Y con respecto a Víctor Saldaño, él participó en un crimen atroz. Nunca lo hemos negado'".

El condenado participó del crimen de un comerciante en Dallas en el año 1995; en su momento, reconoció el delito, pero explicó que "fue una locura porque yo siempre había trabajado honestamente. Nunca decidimos nada, estábamos borrachos".

Fuente: El Intransigente
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