El secretario general de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), Iván Malla, manifestó su creciente preocupación por la disminución de oportunidades laborales para los trabajadores sanjuaninos en proyectos mineros clave, como Filo del Sol y Josemaría. Según sus declaraciones, un número considerable de proveedores y empleados chilenos están ocupando espacios que deberían ser prioritarios para la mano de obra local. “Si llegamos a un 15% de trabajadores sanjuaninos, es mucho”, denunció con énfasis Malla, dejando en claro la magnitud del problema.

Esta inquietud no es nueva para el gremio minero, que ha venido señalando la situación desde hace varios meses, aunque sin obtener respuestas satisfactorias de las autoridades. En este contexto, el sindicato busca concretar una nueva reunión con el gobierno provincial, con la intención de exponer lo que consideran una problemática en ascenso que afecta tanto a los trabajadores como a las empresas locales que proveen servicios al sector. "No han tomado la dimensión real del problema", afirmó Malla, refiriéndose a la falta de acción gubernamental y subrayando la necesidad de que las autoridades se involucren activamente. “Queremos poner al tanto al ministro de lo que está ocurriendo”, enfatizó, y añadió que AOMA tiene representantes en todos los proyectos, por lo que cuentan con información directa y confiable sobre lo que sucede.

En su análisis, el dirigente sindical relaciona esta situación con las facilidades que otorga el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el cual permite que empresas extranjeras participen de manera más flexible en los proyectos mineros locales. Malla no oculta su desacuerdo con este marco normativo: “Nuestra oposición al RIGI se fundamenta en que, tal como están las cosas, la situación se va a agravar. Las empresas locales no serán competitivas bajo estas reglas”. El ejemplo más claro, según él, es Filo del Sol, donde actualmente operan cinco empresas provenientes de Chile, empleando a trabajadores chilenos y marginando a la mano de obra sanjuanina. “Además, hay empresas de La Rioja trabajando aquí, lo que complica aún más el acceso de los sanjuaninos a estos proyectos”.

El sindicalista también destacó que, aunque han planteado esta situación directamente a la empresa Lundin, la respuesta ha sido insuficiente. Según él, la compañía argumenta que todo se maneja bajo “protocolos” que ni siquiera son conocidos por el sindicato, lo que genera aún más incertidumbre. Para Malla, la prioridad debería ser garantizar que los trabajadores locales tengan acceso preferente a los empleos que se generan, y esta falta de claridad en los procedimientos es un obstáculo para ello.

Otro de los aspectos que preocupa a AOMA es la presencia de trabajadores de otras provincias, como La Rioja, en el proyecto Josemaría. Si bien Malla reconoce que el acceso actual al proyecto pasa por territorio riojano, lo que justifica en parte la contratación de personal de esa provincia, insiste en que los sanjuaninos deberían tener prioridad. "Este es un tema que venimos denunciando, y somos la única organización que lo está haciendo", subrayó.

Capacitación y responsabilidad gubernamental

Malla también hizo un llamado de atención sobre la falta de capacitación que, según él, está afectando la inserción de los trabajadores locales en los proyectos mineros. “La actividad minera no es fácil, no es para cualquiera. Requiere adaptación a las condiciones climáticas y una formación adecuada, pero las empresas no están brindando la capacitación necesaria”, advirtió. El líder sindical subrayó que la formación ofrecida por AOMA es la única válida para preparar a los trabajadores, y cuestionó los programas de entrenamiento que algunas compañías dicen llevar adelante con otras instituciones educativas.

En este sentido, recalcó la importancia de que el Estado asuma un rol más activo en la supervisión de estos proyectos y garantice que las empresas cumplan con la obligación de capacitar a los sanjuaninos. Para Malla, el problema no es solo la falta de preparación, sino también el ingreso de trabajadores ya capacitados de otras provincias y países, lo que reduce aún más las posibilidades de empleo local. “Hoy nos traen entre 50 y 70 personas de Salta con sus perforistas y ayudantes, y eso podría haberse evitado si se hubiese formado a los trabajadores aquí”, comentó con preocupación.

A pesar de estas críticas, Malla reconoció que en proyectos anteriores como Gualcamayo y Casposo, sí se respetaron porcentajes de contratación local. “En esos casos, se logró un 70% de trabajadores locales, e incluso se capacitó a los operarios para cubrir puestos especializados en minería subterránea”, recordó. Sin embargo, el panorama actual es diferente, y Malla teme que la situación se siga deteriorando si no se toman medidas correctivas.

El rol del Estado y el impacto del RIGI

Para el dirigente de AOMA, el Estado tiene la obligación de controlar y regular la participación de las empresas extranjeras y su impacto en la economía local. “Si no conocemos los proyectos en detalle, es muy difícil saber lo que está ocurriendo”, alertó Malla, y advirtió que la falta de intervención estatal podría llevar a que las empresas locales queden definitivamente fuera de la cadena de valor. "Nos preocupa mucho que esta situación continúe, porque cada vez será más difícil competir con las empresas chilenas, que traen su propio personal y operan con costos más bajos debido a una legislación laboral diferente".

En relación al RIGI, Malla fue categórico: “Nosotros nos opusimos porque sabíamos que esto iba a suceder. Con este tipo de beneficios, las empresas extranjeras van a desplazar a las locales, y si no se establecen límites claros, vamos a perder la licencia social que tanto nos ha costado mantener en la provincia”.