Susana Laciar restaurará la Virgen vandalizada en Trinidad: "Es un símbolo de fe"

Luego del trascendido en DIARIO MÓVIL sobre la Virgen de Medalla Milagrosa vandalizada este martes, la intendente de Capital, Susana Laciar expresó su repudio. Cabe destacar que la figura religiosa, ubicada en calle Güemes, antes del Acceso Sur, en Trinidad, fue decapitada. Delincuentes la dañaron y quitaron su cabeza, a tal punto de llevarse el rostro. 

Ante eso, la jefa de la comuna principal de la provincia, expresó repudio en las redes, debido a este acto de profanación. "Es un símbolo de fe y devoción para cientos de personas. Este acto atenta contra los valores de respeto y convivencia que deberían unirnos como sociedad", manifestó Laciar.

Además, aseguró que ya ordenó la pronta restauración y se pusieron a disposición para investigar y dar con quien o quienes hayan efectuado este vandalismo."Este, que como otros tantos hechos de violencia, no caracterizan a nuestro general pensar y sentir como buenos vecinos de nuestra Capital", resaltó la intendente.

"Llamamos a la reflexión y al respeto por los símbolos religiosos y culturales, que son patrimonio de todos los vecinos, más allá de nuestras creencias personales", concluyó. 

Sobre el caso

En la plazoleta central de la calle Güemes, antes de su unión con Ruta 40 en el Acceso Sur, la imagen de la Virgen Medalla Milagrosa, que cumple 30 años en el lugar este 2024, fue destrozada. La imagen, que había sido colocada en 1994, fue decapitada en un acto de evidente vandalismo.

Salvador Dipane, quien participó en la colocación de la imagen cuando era secretario de Obras durante la intendencia de Javier Caselles, recordó que la Virgen fue traída desde Italia con gran esfuerzo. Daniel Torres, vecino de la zona y fiel católico, expresó su indignación, señalando que el respeto por las creencias religiosas es fundamental y que este acto de vandalismo es incomprensible e inaceptable.

Actualmente, se desconoce si la imagen podrá ser reparada o si será reemplazada. Ambos entrevistados coincidieron en que el vandalismo contra símbolos religiosos es una falta de respeto y una muestra de intolerancia. “Cada uno tiene derecho a sus creencias, pero eso no justifica la destrucción de la fe de otros”, concluyó Dipane. Torres también instó al responsable a reflexionar y pedir perdón por su inconsciente acto.