Así le rinden honor a San Benito en San Juan, el patrono de la lucha contra el mal

El 11 de julio, la comunidad de San Juan se congrega para celebrar a San Benito, el fundador de la orden de los benedictinos y uno de los santos más venerados en la historia de la Iglesia Católica. Este día especial se caracteriza por una serie de misas y la bendición de medallas y estampas en la Catedral de San Juan Bautista.

San Benito de Nursia es conocido principalmente por haber establecido la vida monástica en Occidente alrededor del año 500. Su regla, centrada en la oración y el trabajo, ha sido una guía para los monasterios durante siglos. Aunque popularmente se le asocia con el exorcismo, esta fama proviene de una oración específica inscrita en la medalla que lleva su nombre, más que de una práctica habitual del santo.

En una entrevista con Diario Móvil, el Padre Martín Reta, vicario parroquial de la Catedral, explicó la importancia de San Benito tanto en la historia eclesiástica como en la fe popular. "San Benito se hizo popular por una medalla que lleva una oración de exorcismo. Aunque él no se dedicaba exclusivamente a los exorcismos, esta medalla se convirtió en un símbolo de protección contra el mal", comentó el padre Reta.

El padre Martín también destacó la relevancia de la vida monástica fundada por San Benito. "La vida monástica, que combina la oración y el trabajo, fue una manera de apartarse del mundo para buscar hacer la voluntad de Dios", explicó. Este estilo de vida sigue vigente hoy en día y continúa siendo una fuente de inspiración y guía espiritual.

Una de las tradiciones más significativas de esta celebración es la bendición de las medallas de San Benito. Estas medallas, que llevan inscrita una oración de protección, son consideradas sacramentales y se cree que ofrecen una defensa espiritual contra las influencias malignas. "La medalla de San Benito tiene una inscripción que dice 'Retírate, Satanás', una frase que Jesús utilizó en el Evangelio. Esta medalla es un signo de protección para los fieles", detalló el padre Reta.

San Benito no solo es una figura venerada en San Juan, sino que su devoción se extiende a nivel mundial. En San Juan, esta celebración atrae a numerosos fieles que acuden a la Catedral para participar en las misas y recibir la bendición de las medallas. "La fe en San Benito y en su medalla es un acto de confianza en la protección divina. Aunque originalmente no se dedicó a los exorcismos, su legado espiritual y su vida de oración siguen siendo una gran fuente de inspiración", concluyó el padre Reta.

La medalla de San Benito es uno de los sacramentales más difundidos entre los cristianos. Se cree que su origen se remonta al siglo XVII, cuando unas mujeres acusadas de brujería en Alemania afirmaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten debido a la protección de la cruz de San Benito. Las inscripciones en las medallas actuales incluyen las letras que se encontraron en las cruces pintadas en las paredes de la abadía, simbolizando la protección contra el mal.

El 11 de julio, la celebración de San Benito en San Juan no solo es una oportunidad para recordar al santo, sino también para fortalecer la fe y la comunidad. Los fieles se reúnen para orar, reflexionar y recibir la bendición, reafirmando su compromiso con los valores espirituales que San Benito promovió durante su vida.