Peter Horn: "no debemos llorar nuestros muertos, sino celebrar la vida. Es lo que Julia hubiera querido"

La pasión por la montaña siempre estuvo arraigada en el corazón de Julia Horn, una estudiante alemana de 19 años que lamentablemente perdió la vida tras caer a un barranco en San Juan. Julia compartía esta pasión con su padre, Peter Horn, quien, tras el trágico suceso, permanece en la ciudad para realizar los trámites legales correspondientes mientras su madre, Cristina, ya ha regresado a Múnster, Alemania.

En una emotiva entrevista con Clarín, Peter Horn compartió sus sentimientos en medio del dolor: "Aunque nuestros corazones están llenos de dolor en este momento, no debemos llorar a los muertos, sino celebrar la vida. Sé que eso es lo que Julia hubiera deseado". Destacó que su hija siempre vivió haciendo lo que amaba y llegó a mucha gente con su naturaleza positiva.

Expresó su profundo agradecimiento hacia los sanjuaninos por la ayuda y la compasión mostrada en este difícil momento. "Estamos abrumados por la ayuda y la compasión que nos han mostrado aquí. Ha significado mucho para mi mujer y para mí. Que completos desconocidos nos hayan ofrecido consuelo, demuestra el gran corazón que tiene la gente en Argentina", añadió.

La familia Horn ya recibió el oficio judicial que les permite disponer del cuerpo de Julia y proceder a su cremación. El deseo de los padres es llevar las cenizas de su hija de regreso a casa, en la ciudad de Múnster, Alemania. Mientras tanto, Peter Horn, quien viajará el sábado, expresó su deseo de cumplir con un último gesto hacia su hija: visitar el mismo sendero donde perdió la vida.

Acompañado por colaboradores de la ONG Youth For Understanding (YFU) y guías capacitados, Peter llegó hasta el lugar del accidente en la Quebrada de Zonda, donde Julia fue encontrada sin vida. La joven había llegado a Argentina hace un mes como voluntaria en YFU, participando en programas de intercambio estudiantil en varias provincias del país.

Diego Ardouin, coordinador de YFU, destacó la pasión de Julia por las montañas y la naturaleza, resaltando que la joven vivió su vida al máximo. "Los padres sostienen que Julia hizo lo que amaba, que era estar en contacto con la montaña y vivió a pleno. No tenemos que estar tristes, sino celebrar la vida", afirmó Ardouin.

El jueves 23 de mayo, Julia salió a hacer trekking al cerro Tres Marías, permaneció desaparecida durante cuatro días y fue hallada muerta, 12 kilómetros más adelante, en la Quebrada de Zonda, cerca del autódromo de San Juan. El piloto del helicóptero policial y un guía del Club Andino Mercedario avistaron su cuerpo en un barranco.

Su pasión por las montañas y la naturaleza quedó reflejada en su amor por el trekking y su dedicación como voluntaria en programas de intercambio estudiantil. Julia fue recordada por sus amigos y familiares como una joven alegre y positiva, cuya vida estuvo marcada por su amor por la aventura y su deseo de conocer el mundo.