"Es fantasía que el cóndor sea amenaza para el ganado"

Ante las declaraciones de una familia que aseguró que una bandada de cóndores mató a su yegua y al potrillo que estaba naciendo, el Subsecretario de Conservación de Áreas Protegidas dependiente de Ambiente, Marcelo Jordán, aseguró que “condenar al cóndor es una barbarie”.

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La postura de Marcelo Jordán, y con él, del Área, fue muy clara: defender rotundamente al cóndor. Es un animal carroñero que se alimenta de cadáveres pero incapaz de atacar porque “anatómicamente no tiene suficiente fuerza ni garras apropiadas como un predador y su pico es fuerte pero no llega a matar”.

“Tiene la cabeza desprovista de plumas para introducirse en un cuerpo en descomposición y no producir infección. Tiene la visión excelente pero sus ojos son laterales, no puede medir y calcular distancias para medir un ataque. Es un carroñero por excelencia. Hay una creencia popular que tiene una extensión al cóndor andino. Lamentablemente digo porque provocó que en muchos países el cóndor sea un foco de ataque por parte del ser humano, injustamente, porque con su hábito de carroñero brinda muchos beneficios al ecosistema, y a los ganaderos que viven de este ecosistema. Eliminar un cadáver es eliminar infecciones y expansión de enfermedades”.

Con esta claridad el responsable de Áreas Protegidas indicó que “jamás tuve pruebas de que esto suceda, siempre son fotos del animal muerto con carroñeros alrededor”. Además, Ambiente suele tener reuniones con ganaderos por asuntos similares en las que defienden esta postura.

Respecto de la sorpresa de algunos porque “el cóndor baje”, Jordán aseguró que es totalmente normal y más en época invernal, porque en los ambientes nevados las poblaciones de herbívoros se desplazan a zonas bajas.

“Puede bajar en el momento que está pariendo, pero no atacar. La parición es un momento muy crítico en la vida de un animal, hay una tasa de mortalidad muy elevada, y tasa de mortalidad elevada de la madre. Pasa en los seres humanos, cómo no va a pasar en los animales. Un porcentaje nace muerto o mueren al nacer. La placenta es un factor muy importante de atracción. Los carroñeros pueden acercarse a comerla. Que ataquen a un potrillo es raro. Si murió y la madre no hace nada, se alimentarán de él”, explicó el biólogo.

Jordán insistió en lo “peligroso” de afirmar que el cóndor puede atacar a un animal. Según comentó, muchos ganaderos envenenan los cadáveres de sus animales muertos para matar a los cóndores y esos venenos, ilegales, quedan por años contaminando agua, pasto y aire. Esas sustancias matan a los animales de la cadena y además ponen en peligro el propio ganado.

“Son muchos años de esfuerzo tratando de contrarrestar esta creencia que es nada más que el imaginario colectivo y dar una explicación lógica a algo que les pasa pero no tiene fundamentos científicos. No hay foto, filmaciones, nada. Es fantasía que el cóndor sea amenaza para el ganado, y esto lo puso en riesgo de extinción en muchos países y vulnerable en Argentina”, manifestó.

Es un privilegio, entonces, que alguien pueda apreciar a más de 100 cóndores juntos en la Provincia. Para Áreas Protegidas, “condenar a un animal es una barbarie”.

“Mi oficina es abierta, pueden venir, no hay problema. Si quieren que vaya, voy. Es mucho más problemático algunas hierbas venenosas que crecen y nadie se queja. Hablemos con sensatez, la escasez de alimentos y el mal manejo, provoca más muertes en el ganado que esto. Puede ser una incidencia insignificante a la preservación del ganado”, concluyó.