¿Cual sería el plan de Macri para evitar las inundaciones?

El jefe de gobierno porteño y candidato a presidente de Pro contó como actuaría para contrarrestar los efectos de las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires, además criticó duramente la gestión de Scioli por la falta de obras hídricas.

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Macri dijo que estaba "preocupado" por las imágenes televisivas de la catástrofe.

El jefe de gobierno porteño y candidato a presidente de Pro, Mauricio Macri , volvió a cuestionar con dureza la gestión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, uno de sus principales rivales en la carrera hacia la Casa Rosada, por la crisis que se vive en territorio bonaerense debido a las inundaciones.

En una extensa entrevista con radio Mitre, Macri dijo que estaba "preocupado" por las imágenes televisivas de la catástrofe y criticó a las administraciones de Cristina Kirchner y de Scioli por la falta de obras para prevenir las inundaciones y de asistencia a los damnificados.

"La ausencia del Estado es dos veces. Primero porque no se han hecho las obras, y segundo, frente a la emergencia, no llega la ayuda", apuntó. Y reclamó "movilizar las fuerzas de seguridad" en las zonas afectadas por las inundaciones para que el vecino no se vea "obligado a quedarse en su casa por miedo al saqueo".

Luego, el líder de Pro cargó sus tintas contra Scioli. Dijo que la provincia de Buenos Aires "tiene un problema serio de falta de inversión" y advirtió que no se hicieron las obras que podrían aliviar la situación ante un temporal. "El presupuesto tiene menos del 3 por ciento asignado a inversión. En una provincia bien administrada tendría que llegar al 20 por ciento", indicó.

Es más, Macri contrastó la gestión del gobernador bonaerense con las de los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá en San Luis. "La única provincia que ha sido administrada excelentemente, que ha llegado tener inversiones de más del 50 por ciento, es San Luis. Uno entra en San Luis y parece otro país. Hay autopistas iluminadas, las cosas que cuentan los Rodríguez Saá son ciertas. Buenos Aires está en el otro extremo de la mala administración", señaló.

Durante el reportaje radial, Macri contó cuál sería su plan para solucionar las inundaciones en la provincia. "La cuenca más importante que tiene que resolver la provincia no es la de [el río] Luján, que es la más simple, sino la del Salado, en la cual estimamos que se ha cumplido con solo el 20 por ciento del plan director. Esa parte del plan creo que avanzó en la época de [Felipe] Solá. El fondo específico que se fijó para esa obra se desvió a gastos corrientes en estos últimos diez años", explicó.

Y agregó: "Hay obras diseñadas que hay que poner en construcción y después que se termina la obra, continuas. Porque de golpe te encontrás que en un barrio o una ciudad tenés que complementar con cosas de la red fina, los desagües pequeños, que eso sí lo pueden hacer los intendentes. El intendente de Luján y Areco no lo pueden resolver porque sus ciudades están dentro de una cuenca más amplia. Por eso siempre existió la Dirección de Hidráulica de la provincia, que se tiene que encargar de todo".

Enseguida, enumeró las tres medidas que se deberían tomar en la provincia. "Lo que hicimos en la ciudad es primero tener un sistema de alerta temprano. La provincia no tiene, con lo cual las lluvias siempre los sorprenden. Esa es la parte más barata. Tener radares que te permiten saber qué va a pasar tentativamente", aseveró.

"El sistema siempre te alerta de más. Pero eso te hace prevenir. Muchas veces la guardia de auxilio, la guardia civil y el SAME salen a la calle por las dudas de que vaya a pasar algo. Y eso nos lleva a verificar si los desagües están funcionando bien. Tenemos censores en los entubamientos, los cuales nos van avisando cuán llenos están", continuó. "Y después, tenés que seguir haciendo las obras para complementar lo que ya hiciste y tener una buena área de emergencia", añadió.

El jefe de gobierno porteño remarcó que durante su gestión se invirtieron alrededor de 700 millones de dólares para hacer las obras con financiamiento de la ciudad y del Banco Mundial.

Fuente: La Nación