En el Día del Amigo, Cuba y EE.UU. reabren sus respectivas Embajadas

Internacionales
Embajada Cubana en EE.UU.
Embajada Cubana en EE.UU.
Desde la medianoche, ambos países restauraron formalmente sus plenas relaciones. Este mediodía habrá una ceremonia en Washington con Kerry y su par cubano. Por la madrugada izaron la bandera cubana en el Departamento de Estado.




 



Fue tan histórico como simbólico. Estados Unidos y Cuba marcaron discretamente esta medianoche el comienzo de una nueva era en sus relaciones post-Guerra Fría, al reabrir sus embajadas y restaurar, en consecuencia, sus plenas relaciones después de 54 años de hostilidad.

Justo después de la medianoche, ambos países alcanzaron un nuevo hito en el deshielo histórico que comenzó con unos anuncios realizados por el presidente estadounidense, Barack Obama, y su par cubano, Raúl Castro, el 17 de diciembre último.

Poco después, alrededor de las 4 de la mañana, antes de que amaneciera en el verano estadounidense, la bandera cubana -una estrella blanca sobre fondo rojo junto a franjas azules y blancas- se izó en la entrada del Departamento de Estado, junto a las de los demás países con los que Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas.

Los actos públicos se reservaron para más tarde. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, presidirá alrededor de las 10.30 hora local (11.30 en la Argentina) el izamiento de la bandera cubana por primera vez en 54 años en la mansión que hasta ayer era el edificio de la Sección de Intereses de Cuba y desde hoy, la embajada de La Habana en Washington.
Tímidamente, sin ceremonias, en el primer minuto de hoy, las misiones diplomáticas de ambos países dejaron de ser secciones de intereses para convertirse en embajadas.

Más de 500 personas, entre ellos el cantante Silvio Rodríguez, asistirán a la apertura de la embajada cubana en Washington, incluyendo miembros del Congreso. No se enviaron invitaciones a los legisladores anticastristas de línea dura. La delegación estadounidense estará encabezada por la subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson.

El evento simbólico será seguido por una reunión en el Departamento de Estado entre el Secretario de Estado, John Kerry, y Bruno Rodríguez, el primer ministro de Relaciones Exteriores de Cuba en una visita oficial a Washington desde la Revolución Cubana de 1959. Kerry y Rodríguez se reunieron por última vez en abril en la Cumbre de las Américas en Panamá, donde Obama y Castro también sostuvieron conversaciones.

Espera cubana

Mientras los cubanos realizan su ceremonia, la Embajada de Estados Unidos en La Habana también será reabierta. Pero ninguna bandera estadounidense ondeará allí hasta una visita de Kerry fijada para el próximo mes. "Queríamos que el secretario estuviera allí para supervisar estos eventos importantes", dijo un funcionario del Departamento de Estado.

"Acabo de hacer mi primera llamada de la historia al Centro de Operaciones del Departamento de Estado desde la embajada de Estados Unidos en La Habana. No existía en enero de 1961", indicó en su cuenta de Twitter Conrad Tribble, número dos de la delegación diplomática de Estados Unidos en La Habana.
"Acabo de hacer mi primera llamada de la historia al Centro de Operaciones del Departamento de Estado desde la embajada de Estados Unidos en La Habana. No existía en enero de 1961".

Largo camino

Sin embargo, aunque la normalización avanza, sigue habiendo un profundo abismo ideológico entre los dos países, y quedan muchos asuntos por resolver. Algunos de estos temas son espinosas disputas, como los reclamos cruzados de reparaciones económicas, la insistencia de La Habana de que se ponga fin al embargo impuesto hace 53 años y las peticiones estadounidenses de que se hagan mejoras en derechos humanos y democracia.

Algunos legisladores estadounidenses, incluidos varios aspirantes destacados a la candidatura republicana, han prometido no revocar el embargo y anunciado que si alcanzan la presidencia darán marcha atrás en las decisiones de Obama sobre Cuba.

Aun así, los acontecimientos de hoy sellan un drástico cambio de rumbo en la política estadounidense sobre la isla comunista durante el gobierno de Obama, que ha buscado acercamientos con Cuba desde que asumió el cargo, y suavizado de forma progresiva las restricciones sobre el viaje y el envío de dinero a la isla.
El 1 de julio ambos países intercambiaron notas diplomáticas aceptando que la fecha de restauración de relaciones plenas sería el 20 de julio.

Los esfuerzos de Obama tropezaron durante años por el encarcelamiento en Cuba de Alan Gross, contratista de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional. Tras meses de negociaciones secretas, el pasado diciembre se obtuvo la liberación de Gross y de varios prisioneros políticos en Cuba, así como de los miembros de una célula cubana de espionaje que seguían presos en Estados Unidos. El 17 de diciembre, Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron que retomarían las relaciones diplomáticas plenas.

Obama declaró que la antigua política hacia Cuba había sido un fracaso que no alcanzó los resultados pretendidos, y afirmó que EE.UU. no podía seguir haciendo lo mismo y esperar un cambio. Por tanto, dijo, comenzaría a trabajar en la normalización de relaciones.

El proceso avanzó despacio hasta que Estados Unidos retiró a Cuba de su lista de países que auspician el terrorismo a finales de mayo, y después se atascó en cuestiones sobre el acceso de los diplomáticos estadounidenses a los cubanos de a pie, cosa que después resolvieron.

 

Fuente: La Nación.-
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