David Páez, palabra de Campeón

David Páez, a punto de cumplir 40 años, tuvo su última chance con la Selección Argentina. Y consiguió, nada más y nada menos, que un campeonato mundial. "Ya me puedo retirar tranquilo", dijo emocionado. 

---

 



El "veterano" del grupo. Y a mucha honra. Porque en el caso de David Páez esa palabra se traduce en experiencia, templanza, confianza y talento. Mucho talento.

El sanjuanino llegó al plantel después de una baja, entró por la ventana, pero gracias a la confianza del técnico Darío Giuliani se instaló a fuerza de buen desempeño en la firme muralla del fondo argentino.

El DT lo puso como último hombre y sí que David respondió. Incluso aportó dos goles fundamentales en la final ante España. Cuando las cosas estaban igualadas 1 a 1, el gigante Páez se anotó un doblete para cerrar el primer tiempo 3 a 1 y darle la tranquilidad requerida al equipo para mantener la ventaja en el complemento.


Foto: Marea Amarilla.

Al final del encuentro, y emocionado hasta las lágrimas, el gran David habló para Radio La Voz, quien lo puso en diálogo con un amigo personal desde San Juan. A él le agradeció el apoyo incondicional de siempre, el darle las fuerzas para seguir a pesar de la edad y por construir su confianza a fuerza de cariño. 

"Le doy las gracias a mi esposa, que aunque ya no esté con ella, fue mi compañera en Barcelona y mi apoyo siempre. Gracias a mi familia y mis amigos por la confianza".

El sanjuanino dijo sentirse "en paz" porque dio todo en la cancha y que por eso no le debe nada a nadie. "Decían que era muy grande para el Mundial, y acá estoy. Gracias al técnico por la confianza que me dio y las palabras que me dijo".

Y después de consagrase campeón del mundo con la Selección Argentina, David Páez anunció su retiro.

“Ya me puedo ir tranquilo del hockey. Soñé con esto toda mi vida. Estoy muy feliz. Se lo dedico a mi familia, a mis amigos de toda la vida y a todos los sanjuaninos”, dijo al aire desde Francia, en tono entrecortado por el llanto.

Y en verdad que lo dio todo. Gracias por tu hockey, Rey David.