Periodista demorada por acompañar un caso de violencia

San Juan
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Una periodista sanjuanina fue demorada en la Comisaría 28º. Lo sorprendente es la causa: acompañar a una víctima de violencia de género que suplica a la Justicia una orden de restricción, después de ver incendiada su casa.

Se trata de Marcela Silva, que sigue este caso de violencia y acompañó a la víctima de 23 años a hacer la denuncia por una nueva aparición del individuo en cuestión. Así relató lo sucedido la periodista, manifestando el maltrato y falta de seriedad de los efectivos policiales.




 



En principio, ambas mujeres se dirigieron a la Comisaría Cuarta pero no quisieron tomarle la denuncia allí y la derivaron a las comisaría 28º. Allí, los efectivos se habrían encargado de tratar con ironía y desprecio a ambas.

“La restricción perimetral se logra después de un incendio en su casa. Una parte de su comedor es incendiada presuntamente por este individuo. No está comprobado pero todo lo indica. Se da a conocer por los medios, se dio en el contexto de la marcha de una menos, tuvo mucha relevancia y por ahí por eso tuvo mucho apoyo de grupos que trabajan en eso”, introdujo la periodista y continuó contando los sucesos del día anterior.

Una vez en la Comisaría 28º, “se puso tensa la situación después de que yo demostré mi disconformidad con el trato hacia ella”, dijo Marcela.

“El oficial le decía yo a vos te conozco, conozco a tus papás, tu hermano, tu hijo, en forma irónica. Si dice ella, muy respetuosa. Usted me ha tomado algunas denuncias. Ella pregunta qué vamos a hacer, `no puede ser que me siga pasando´. Ellos llaman a la 4ta, corroboran que había sido así, y el oficial le dice que ellos no tenían la culpa de que `vos hayas tenido una mala vida´”, expresó.

En ese momento la periodista advirtió al oficial que iba a denunciarlo por sus tratos, le preguntó su nombre y este, nervioso y enojado, la obligó a entrar a la Comisaría.

“Me invitó a pasar a la comisaría, me niego a pasar. Le dice a la gente de turno y paso sin resistirme, me pidió mi celular y que me saque los cordones”.

La historia terminó con una periodista demorada por acompañar a una víctima de violencia de género que, justamente, quería denunciar la violación de la restricción perimetral por parte de su victimario. ¿En qué mundo vivimos?
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