Grave incendio en ferretería céntrica

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El microcentro sanjuanino vivió momentos de desesperación debido a un impresionante incendio en el local de la ferretería Autopark. Tres autobombas asistieron al lugar. El tránsito quedó interrumpido en las calles adyacentes.




Después de las 14 un incendio de grandes dimensiones se desató en el depósito de un comercio ferretero ubicado sobre calle Mitre entre Güemes y Rawson en Capital.

Minutos después de las 14 un incendio de grandes dimensiones se desató en el depósito de un comercio ferretero ubicado sobre calle Mitre entre Güemes y Rawson en Capital. El local Autopark ardió en llamas por motivos que se investigan y al lugar debieron llegar cuatro dotaciones de bomberos más autobombas de los municipios para abastecer con agua los tanques.

El fuego no podía controlarse y se encendió la alarma en varios vecinos que lloraban de desesperación por el miedo de que las llamas lleguen a sus viviendas. A su vez todos los locales comerciales de las inmediaciones fueron evacuados.


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Cuando el fuego se desató debieron actuar dotaciones de bomberos voluntarios de Rawson, Chimbas y Albardón que fueron soporte de los camiones de bombero de la policía provincial. Las llamas llegaron a varios metros de altura derribando el techo del local afectado y amenazando a los vecinos.

Por ello, con baldes con agua y con todo lo que estuviera a mano, las personas trataron de detener el avance de las llamas. Las paredes fueron mojadas y todo lo que fuera de valor, fue sacado del lugar para evitar que el avance del fuego provocara más estragos.

"Por Dios que no llegue", decía una joven sin poder aguantar las lágrimas y pensando que en un minuto podían perder todo por culpa del incendio.


Así se veía la columna de humo desde Rivadavia.
Así se veía la columna de humo desde Rivadavia.

"Vamos, vamos, más agua", gritaba otro vecino mientras con baldes mojaba las paredes. Otra persona en lo alto de una pared iba alertando cómo se movían las llamas amenazantes.

"Salí de ahí, cuidado. ¡No se acerquen! que el viento puede avivar las llamas", gritaba otro hombre con desesperación mientras corría las gomas de un taller y sacaba más baldes para cargar.

 
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